La inmensidad de las planicies y sierras al pie de las cumbres más elevadas de la Cordillera de los Andes trascienden los paisajes y ofrecen un entorno de una belleza poco común, digna de las curiosidades más conocidas del Lejano Oeste Norteamericano, ideales para el turismo de aventura, trekking y excursiones a caballo.
La ubicación del terreno, directamente sobre la Ruta 40, le otorga un excelente potencial turístico y una gran facilidad de acceso. La Ruta 40, con sus 5.100 kms atraviesa la Argentina de Norte a Sur, desde La Quiaca en la frontera con Bolivia hasta el Cabo Vírgenes en el extremo Sur de la Patagonia. Su recorrido al pie de la Cordillera de los Andes conecta entre sí los parques nacionales de mayor importancia y atraviesa varias regiones turísticas. Tal como la legendaria ruta 66 de Estados Unidos, la ruta 40 es un símbolo emblemático de Argentina.
Con excursiones de un día, es posible acceder y visitar varias atracciones turísticas de excepción, tales como el Parque Nacional de Talampaya, el Parque de Ischigualasto (Valle de la Luna), la Quebrada Troya, la Reserva Laguna Brava, el paso Pircas Negras (4164 mts.) o el lago de cráter Corona del Inca a 5300 metros de altura, al pie del Monte Pisis (6793 mts).